Pero este sistema de climatización no es nada nuevo, el sistema de climatización por suelo radiante es un método que se utilizaba en la antigüedad, el también llamado ‘Hipocasus’ por los romanos que empleaban esta técnica para calentar el ambiente de cualquier sala. El procedimiento era muy sencillo, construían las casas con canales en sus la base de la casa e introducían aire caliente para que la radiación hiciera el resto. Los canales al calentarse, calentaban el suelo de la casa y así conseguían una aclimatación fácil y eficaz del lugar. El antecedente de este sistema de calefacción es La Gloria, otra forma parecida. En la Edad Media se utilizaba para aclimatar una sala. El proceso era muy sencillo, en el exterior de la vivienda, ya fuera el patio o la parte al aire libre, se quemaba algo, ya fuera paja, trapos, madera, para así conducir el aire caliente y el humo inclusive hacia la parte baja de la casa, que tenía una parte baja por donde pasaba el humo y el calor, para más tarde salir por una chimenea. Este sistema tenía muchas ventajas ya que se podía regular la potencia a la que se calentaba el hogar, modificando la entrada del humo y aire caliente. Esto sin duda es un sistema muy ingenioso que ha sufrido algún cambio pero se sigue utilizando hoy en día en forma de suelo radiante.
En Corea también se ingenió un método parecido a este para la aclimatación del lugar. L método Ondol, que en coreano se significa ‘piedra caliente’. El sistema es muy semejante a los anteriores. Un hogar está situado encima de una zona que hace como bajo de la casa con piedras, las cuales cuando el humo y el calor de la estufa pasan por debajo de la casa, estas piedras se calientan, produciendo una aclimatación por suelo radiante muy semejante a las anteriores. La zona en la cual está situada la piedra, en el piso de la casa se considera el lugar reservado a los invitados de la casa.
Lo ingenioso de esta técnica es que a comparación con radiadores tradicionales en los que el aire caliente asciende, mientras que el aire frío desciende, con el suelo radiante el calor se quedará a la altura del suelo, sin llegar a ascender hasta el techo, lo cual es muy beneficioso. Se consigue una distribución del calor mucho más eficiente y económica
Los pasos a seguir para la instalación de un suelo radiante son sencillos:
Los instaladores del suelo radiante harán una visita a la casa para comprobar el estado de la zona, y ubicar todos los materiales necesarios para la construcción del suelo radiante, y más tarde se hará una valoración y estudio del lugar mediante planos para coordinar a los diversos profesionales que harán la obra como electricistas, fontaneros…
Tras esto se instalan las tuberías, para la distribución del calor desde el cuarto de calderas hasta los colectores. Tras esto se instala todo el mecanismo de suelo radiante y se realizan diversas pruebas para comprobar que la obra ha sido instalada correctamente.
Tras esto se entregará al propietario una copia de todo tipo de documentación relacionada con la obra, como planos, garantías, legalización…etc.
Uno de los inconvenientes de este tipo de calefacción es que la radiación de calor continuada en la zona más baja de las piernas puede ocasionarnos problemas circulatorios o empeorar sus consecuencias si ya somos propensos a ellos. El calor hace que la sangre no circule correctamente, empeorando el retorno de la sangre.
La instalación de suelo radiante es muy sencilla y el precio de la instalación depende mucho de varios factores como si es una vivienda nueva o una rehabilitación de una vivienda antigua, si es para una oficina o una nave industrial. Muchas de las empresas especializadas en instalaciones de suelo radiante, aclimatación etc. le ofrecerán un presupuesto para su propia instalación teniendo en cuenta sus circunstancias y con la atención más personalizada, informándole de todos los detalles relativos a la instalación del suelo radiante.